ABSURDO EPISTOLAR

EL AMOR, JUAN, ES UN VACÍO IMPERFECTO DE MIRADAS QUE DAN SIEMPRE HACIA EL MAR. ¡EL MAR! COMO SI FUERA MUCHO, A VECES DECIMOS MAR POR DECIR OTRA COSA, PORQUE “MAR” SUENA A ALGO Y EN OCASIONES, LO QUE PENSAMOS NO TIENE ESE SONIDO.

RECUÉRDAME SIEMPRE, JUAN; MIS MANOS TIBIAS, LA SOPA DE TORTILLA QUE TANTO TE ANIMABA, AL DÍA SIGUIENTE DE GASTARTE TODO MI SUELDO EN TRAGO; NO SE TE OLVIDE, JUAN, MI OTRA MEJILLA ¿RECUERDAS? ENOJADO, NO TE BASTABA UNA, TE LLENABAS DE IMPACIENCIA PORQUE A VECES YO NO ENTENDÍA, QUE AUNQUE LLEGARAS TARDE, SIEMPRE ESTABAS AMÁNDOME, DÍA Y NOCHE JUAN, Y YO NO LO ENTENDÍA. A VECES, UNO QUIERE EL AMOR, COMO QUIERE LAS COSAS DE LA CASA, LOS TRASTOS EN SU SITIO, EL CONTROL DE LA TELEVISIÓN SIEMPRE CERCA DEL SILLÓN DONDE SE LA VE Y EL AMOR AL LADO, DONDE TODOS LO ENTIENDAN, DONDE PUEDA SABERSE QUE LA VIDA NO ES UNA SOLEDAD QUE TE QUEMA DESPACIO, MIENTRAS MUERES PREGUNTÁNDOTE COSAS, UNO SE EQUIVOCA, JUAN. PERDÓNAME POR ESO.

SÉ QUE EL TIEMPO NOS FUE DEJANDO ATRÁS, Y QUE EL “NOS” DESAPARECIÓ POCO A POCO, COMO SI LO QUE FUIMOS, SE FUERA DILUYENDO EN LO QUE SOMOS, QUEDAMOS CADA UNO DE SU LADO, PERO JUAN, TU NUTRISTE MI HISTORIA, ME HICISTE SABER EL TIPO DE MUJER QUE NO ME GUSTA SER. NO ME GUSTA SER DEL TIPO DE MUJERES QUE TE HACEN ENOJAR, SUELO SER MAS PACIENTE, ESTOY COSTURANDO MEJOR CADA DÍA Y NO CREERÍAS LO BIEN QUE ESTOY PLANCHANDO.

NO TE VOY  MENTIR, NO HE PODIDO OLVIDARTE, PIENSO QUE QUIZÁS PUDE HACERLO MEJOR, SUPERARME CONTIGO, APRENDER MÁS RÁPIDO, NO SÉ, QUIZÁ SI HUBIERA APRENDIDO MAS RÁPIDO TU NO HABRÍAS TENIDO QUE IRTE DE MI LADO. AY JUAN, RECUERDO TODO LO QUE HICISTE POR MÍ; EL VESTIDO DE FLORECITAS ROJAS QUE ME REGALASTE, LO SIGO USANDO Y ME SIENTO BONITA CUANDO LO USO; CLARO QUE, PROCURO NO TOPARME CON LUCIANA, YA VES LO QUE ME DIJO AQUELLA VEZ, QUE TU SE LO ROBASTE CUANDO SE ANDABAN ACOSTANDO, ME PUSE TAN CELOSA QUE TE GRITE DE TODO; FUISTE BUENO CONMIGO ESE DÍA, JUAN, ESE DÍA Y OTROS ¿POR QUÉ NO TE COMPRENDÍ?

PIENSO QUE MI ERROR QUIZÁS ESTUVO EN NO APRENDER A PEDIR PERDÓN, AL MENOS NO SIEMPRE, TENÍAS QUE GOLPEARME PARA QUE YO ACEPTARA MIS ERRORES; SIEMPRE QUE ME EMPECINO ME VA MAL, LO SÉ, PERO A VECES, SOLO A VECES, SE ME ENCIENDE LA SANGRE Y YA NO SE QUÉ HACER, NO PIENSO BIEN CUANDO ESTOY ALTERADA. SOLO PUEDO LLORAR Y CUANDO REFLEXIONO, ENTIENDO QUE PUDE HABER ACTUADO DE OTRO MODO; PERO JUAN, EN ESTE PUNTO, TU TAMBIÉN RECONOCE QUE A VECES ERAS NECIO. SIGO AMANDO TU NECEDAD, PORQUE NUNCA FUISTE MALO.

CUANDO ME LEAS, JUAN, NO SIENTAS YA RENCOR. ESPERO QUE EL TIEMPO TE HAYA HECHO PERDONARME, ESPERO TAMBIÉN QUE ESTÉS SIENDO FELIZ, QUE LAS NUBES OSCURAS QUE MI VIDA COLOCABA EN TU CIELO, SE HAYAN IDO PARA SIEMPRE, ESPERO QUE PUEDAS HABITAR EL MUNDO DEL RECUERDO SIN EL ENOJO QUE YO TE HACÍA SENTIR, Y QUE SONRÍAS CON ALGÚN PÁRRAFO DE ESTA CARTA, AL RECORDAR LO GRANDES QUE HEMOS SIDO, ME GUSTA TU SONRISA.

ESTA ÚLTIMA CARTA PODRÍA SER UN ERROR, PERO NO LLEGARA A TUS MANOS, HASTA QUE ME HAYA IDO, NO QUIERO IMPORTUNARTE, NO QUIERO QUE TE SIENTAS CULPABLE DE QUE YO NO PUEDA MÁS SIN TI; SOY DÉBIL, TÚ SIEMPRE LO DECÍAS, SIN PENSAR, QUE MI DEBILIDAD ERA JUSTAMENTE LO QUE ME ARRANCARÍA DEL MUNDO, DEL MUNDO EN QUE VIVIMOS CUANDO ÉRAMOS FELICES, CUANDO YO AÚN LATÍA EN ESE CORAZÓN DE NIÑO QUE DIOS TE HA CONSERVADO. NO TE CULPES JUAN, JAMÁS TE CULPES Y QUIÉREME UN POQUITO, AUNQUE SEA UN POQUITO, EN ESTE ÚLTIMO PÁRRAFO.

SIEMPRE TUYA, MARTHA